Largo ayuno taurino! Después de un festival que pasó sin pena ni gloria y una corrida excepcional de Julián López "El Juli", a quien por cierto no vemos hace un buen tiempo en Medellín y al que los directivos de Cormacarena, eso si, disfrutan en su palco de callejón en Manizales, volvimos a los toros el sábado anterior para ver cuatro toros de Monterrey, de muy buen juego, y dos de Vistahermosa escogidos a su gusto por el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, lujo que se dan las figuras, no solo aquí, sino en cualquier ciudad del mundo taurino.
Impresionante aforo, casi tres cuartos del centro de espectáculos de La Macarena, aficionados que a la postre apenas alcanzaron a despertar del letargo del largo ayuno y que dejan para el recuerdo los quites de frente que realizó el rejoneador navarro a sus dos enemigos de la tarde.
Un Ramses al que se le vio muy falto de corridas, desaprovechó un primer toro excelente al que mató después de incontables descabellos; en su segundo a pesar de haber sido inferior al toro, lo llevó con una faena limpia, sin mucha emoción y del que se le rescata el temple en los naturales que no resultaron muy artísticos, al final mata efectivamente y el público le otorga una oreja.
David Mora después de esta temporada magnifica, venía a triunfar a Medellín pero los dos bravos que le correspondieron en suerte, especialmente el primero, tenían mucho genio, derrotaban y a pesar de las buenas varas de la tarde - Luis Viloria excepcional como siempre - les faltó castigo, en varas y en la muleta y al final se acrecentaron sus defectos. En el primero perdió el premio con la espada y en el segundo a pesar de pedirle paciencia al respetable mientras confeccionaba la faena a seguir con este toro derrotón y sin pases por la izquierda, terminó abreviando y fue silenciado por el público.
Lo de Hermoso es difícil de describir, aunque el sabado los toros no representaron ningún peligro para él. Su primer toro correteó el caballo sin descanso y Hermoso se lució con Virriato, un caballo que le había presentado algunas dificultades, pero que en Medellín lució aplomado y toreó de frente al caballo, algo sin igual, puso banderillas largas y cortas en bello despliegue de toreo y doma y despachó al burel de estocón traserisimo que por efectivo no deja de ser deslucido. En su segundo cuando todo estaba dado para una apoteosis igual a la del año anterior, o me atrevería a decir igual a la de su debut en la Santa María, toreaba con "disparate" de costado engañando al toro con quiebres de anca que no nos dejaron extrañar al famosisimo chenel, inmejorable fue lo que hizo con Icaro, repitente en la Macarena, caballo que demostró su valor al plantarle cara al toro y no rehuir en galope sino aguantar con temple las embestidas en circulo en que persistió el toro hasta que la cojera, quien sabe si en carrera o lastimado por una de las banderillas, le impidió seguir persiguiendo. El público llamó la atención del caballero quien pidiendo disculpas al toro lo despachó de varios pinchazos y descabellos dejando en los aficionados un amargo sabor de lo que pudo ser y no fue.
Enbuenahora para la afición paisa que empieza su temporada con anhelo y de la que esperamos sea estandarte de la fiesta de los toros en Colombia.
Impresionante aforo, casi tres cuartos del centro de espectáculos de La Macarena, aficionados que a la postre apenas alcanzaron a despertar del letargo del largo ayuno y que dejan para el recuerdo los quites de frente que realizó el rejoneador navarro a sus dos enemigos de la tarde.
Un Ramses al que se le vio muy falto de corridas, desaprovechó un primer toro excelente al que mató después de incontables descabellos; en su segundo a pesar de haber sido inferior al toro, lo llevó con una faena limpia, sin mucha emoción y del que se le rescata el temple en los naturales que no resultaron muy artísticos, al final mata efectivamente y el público le otorga una oreja.
David Mora después de esta temporada magnifica, venía a triunfar a Medellín pero los dos bravos que le correspondieron en suerte, especialmente el primero, tenían mucho genio, derrotaban y a pesar de las buenas varas de la tarde - Luis Viloria excepcional como siempre - les faltó castigo, en varas y en la muleta y al final se acrecentaron sus defectos. En el primero perdió el premio con la espada y en el segundo a pesar de pedirle paciencia al respetable mientras confeccionaba la faena a seguir con este toro derrotón y sin pases por la izquierda, terminó abreviando y fue silenciado por el público.
Lo de Hermoso es difícil de describir, aunque el sabado los toros no representaron ningún peligro para él. Su primer toro correteó el caballo sin descanso y Hermoso se lució con Virriato, un caballo que le había presentado algunas dificultades, pero que en Medellín lució aplomado y toreó de frente al caballo, algo sin igual, puso banderillas largas y cortas en bello despliegue de toreo y doma y despachó al burel de estocón traserisimo que por efectivo no deja de ser deslucido. En su segundo cuando todo estaba dado para una apoteosis igual a la del año anterior, o me atrevería a decir igual a la de su debut en la Santa María, toreaba con "disparate" de costado engañando al toro con quiebres de anca que no nos dejaron extrañar al famosisimo chenel, inmejorable fue lo que hizo con Icaro, repitente en la Macarena, caballo que demostró su valor al plantarle cara al toro y no rehuir en galope sino aguantar con temple las embestidas en circulo en que persistió el toro hasta que la cojera, quien sabe si en carrera o lastimado por una de las banderillas, le impidió seguir persiguiendo. El público llamó la atención del caballero quien pidiendo disculpas al toro lo despachó de varios pinchazos y descabellos dejando en los aficionados un amargo sabor de lo que pudo ser y no fue.
Enbuenahora para la afición paisa que empieza su temporada con anhelo y de la que esperamos sea estandarte de la fiesta de los toros en Colombia.
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